Cuando el pelo comienza a caerse más de lo habitual, lo primero que queremos saber es por qué. Pero ahí es donde todo se pone confuso: ¿es estrés? ¿es hormonal? ¿será alopecia?
Hoy te explicamos las dos causas más comunes de pérdida capilar: el efluvio telógeno y la alopecia androgénica. Aunque pueden parecer lo mismo, son totalmente diferentes. Saber cuál es tu caso es el primer paso para tratarlo bien y no perder más tiempo (ni más pelo).
¿Qué es el efluvio telógeno?
El efluvio telógeno es una caída difusa, abrupta y temporal del cabello, provocada generalmente por un evento que estresa al cuerpo. Ese evento puede ser físico o emocional: fiebre, una cirugía, el postparto, cambios hormonales, estrés fuerte, o incluso una gripe intensa.
Señales clave de efluvio telógeno:
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Notas mucha más caída de la noche a la mañana
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No hay zonas calvas, pero el pelo se ve más fino o escaso
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Ocurre 2 a 3 meses después del evento gatillante
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El cuero cabelludo se ve sano
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La caída se estabiliza luego de unos meses
En la mayoría de los casos, el efluvio se revierte solo, pero puedes ayudar a acelerar el proceso con una rutina de cuidado capilar adecuada.
¿Qué es la alopecia androgénica?
La alopecia androgénica es una condición progresiva y crónica, influenciada por factores genéticos y hormonales. Afecta tanto a hombres como mujeres, aunque se manifiesta de forma diferente.
En mujeres, suele comenzar con una pérdida de densidad en la zona superior del cuero cabelludo (coronilla o raya), mientras que en hombres inicia en las entradas o coronilla, avanzando con el tiempo.
Señales clave de alopecia androgénica:
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La caída es más lenta, pero constante
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Hay zonas donde el cabello ya no crece como antes
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La densidad general disminuye, especialmente en la parte superior
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Puede haber antecedentes familiares
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No se revierte sola: necesita tratamiento para frenarse
Diferencias clave entre ambas condiciones
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Característica |
Efluvio Telógeno |
Alopecia Androgénica |
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Tipo de caída |
Difusa y repentina |
Progresiva y localizada |
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Duración |
Temporal (3-6 meses) |
Crónica |
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Causa principal |
Estrés o shock al cuerpo |
Genética y hormonal |
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Zonas afectadas |
Todo el cuero cabelludo |
Raya central, coronilla |
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Tratamiento |
Restaurar equilibrio, nutrición, rutina suave |
Activos que regulen DHT y estimulen el crecimiento |
¿Cuál tienes tú?
Si la caída comenzó de golpe, tras un evento puntual, y notas que el resto del cuerpo también se resiente (uñas débiles, cansancio), es probable que sea efluvio telógeno.
Si en cambio, has notado una pérdida progresiva en zonas específicas y alguien en tu familia ha pasado por lo mismo, podrías estar ante una alopecia androgénica.
Y hay un punto importante: pueden coexistir. Muchas mujeres que atraviesan un efluvio prolongado terminan activando una alopecia si no tratan la raíz del problema.
¿Cómo tratar cada tipo de caída?
🔹 Para el efluvio telógeno:
Necesitas reducir la inflamación del cuero cabelludo, aportar nutrientes esenciales y fortalecer el folículo. Aquí recomendamos productos como el Shampoo Control Crecimiento + Tónico Capilar con Células Madre. No solo reducen la caída, también aceleran la regeneración capilar.
🔹 Para la alopecia androgénica:
Necesitas fórmulas que actúen sobre el entorno hormonal del cuero cabelludo y estimulen el crecimiento desde la raíz. Nuestro tratamiento de Bomba Nutricional + Tónico ha sido probado con excelentes resultados para estos casos.
¿Y si no estás segura?
Sabemos que no siempre es fácil identificar el tipo de caída solo con lo que se ve. Por eso, estamos desarrollando un test capilar gratuito que te ayudará a entender tu situación y recibir recomendaciones personalizadas.
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Conclusión
No toda caída de cabello es alopecia, y no toda alopecia es irreversible.
La clave está en saber cuál es tu caso, actuar a tiempo y elegir productos que funcionen de verdad.
En ILEV no vendemos humo: formulamos soluciones reales, con ingredientes respaldados por evidencia y miles de casos de éxito.
Tu recuperación capilar comienza con una decisión: la de cuidarte en serio.
